Extraño los abrazos que llegan justo en el momento menos esperado, y cuando más los necesitas. Sobre todo cuando la persona que te los da es alguien que consideras importante, y que en poco tiempo ha llegado a ser imprescindible en tu vida.
A esto no se puede volver tan fácil; simplemente sucederá, o eso espero. (Dianiz Polo).
extraño su voz detras de la cupula de cristal en diminutos cuadraditos, de las niñas sus rostros y sus rubios cabellos preciosas muñecas de carne y de trapo.
para volver a ellas tomare su cinta y la tocaré en el viejo equipo de los parlantes empolvados. (Joanna Arteaga).
Extraño viajar en auto a otras ciudades, salir a la madrugada, aún con sueño y frío, bostezando mientras mi aliento es visible por el nivel de temperatura, una casaca caliente, mis audífonos conectados y sonando Ximena Sariñana, meterme en la parte de atrás del auto y dormir las horas que me faltaban, despertarme cuando empieza a amanecer y el frío ha ido desapareciendo, y los audífonos siguen sonando, apegar mi cabeza despeinada al vidrio de la ventana y sentir la vibración de ella por unos segundos con los ojos cerrados, ver la carretera y saber que aún faltan algunas horas, sonreír ligeramente porque sé que son algunas horas más para seguir disfrutando de mi tranquilidad, de mis pensamientos y de mis canciones.
Volvería a sentir esto con un viaje muy largo, un aparato con la batería suficiente para que dure durante todo el viaje, los audífonos, mi capucha abrigada de rayas azules y mangas más largas que mis brazos, y un playlist de Sariñana, y Foster the people. (Jhosko Reinoso).
No hay comentarios:
Publicar un comentario